Mexicali.- “No es una cacería de brujas”, aseguró el Secretario de Seguridad Ciudadana de Baja California, Laureano Carrillo, al ser cuestionado sobre la serie de detenciones de policías municipales durante la última semana en Mexicali, con esa frase intentó despejar la polémica que ha acompañado los operativos más recientes, en los que al menos tres elementos de la DSPM fueron asegurados por su presunta relación en conductas delictivas.
Carrillo explicó que se trata de una estrategia de depuración que no es exclusiva de Mexicali, sino que forma parte de un esfuerzo estatal y federal por sanear a las corporaciones policiales.

“No es exclusivamente del caso de Mexicali, es una investigación pues que ya se viene dando y que bueno, pues deberá de continuar hasta donde sabemos que la gente que traiciona los principios de las instituciones, ya sean de las municipales, estatales o de cualquier otra institución”, señaló.
Cabe señalar que los dos primeros agentes de policía municipal que fueron detenido, están señalado en delitos de alto impacto, aunque dijo no tener mayor información, el secretario de seguridad reconoció que la investigaciones tienen ese origen.

“Nosotros sí creemos que puede ser que tengan alguna vinculación con alguna organización delictiva y por ahí es que es posible que por ahí venga el tema”, puntualizó.
Reconoció que la Fuerza Estatal participó en la detención de la agente Guadalupe “N” en Tecate, así como en un cateo en el Valle de Mexicali, aunque reiteró que dichas acciones se realizan a petición de la FGE.

“Colaboramos también con la fiscalía, pero esa es la situación, no es una cacería de brujas, no es una situación particular de Mexicali, sino es una estrategia a nivel estatal y es lo que estamos haciendo también ahorita.”, añadió.
Sin embargo, la Federación Policial de Baja California emitió un posicionamiento en el que calificó como “reprochable” la detención de la oficial Guadalupe dentro de un centro de capacitación, cuestionando la forma en que fue intervenida y la falta de garantías a sus derechos humanos.

El organismo recordó que la oficial es una policía con 25 años de servicio y sobreviviente de cáncer, y lamentó que su aprehensión se haya ejecutado sin consideración alguna hacia su trayectoria. La Federación apeló a la ética y al profesionalismo de las instituciones, advirtiendo que de no modificar los protocolos de actuación, se corre el riesgo de generar ruptura y descoordinación entre corporaciones policiales en Baja California.
Carrillo negó también que estas acciones generen conflictos con las policías municipales, asegurando que, por el contrario, fortalecen la coordinación entre instituciones y transparentan los procesos de depuración.