Mexicali arrastra un problema de contaminación, más de 184 mil toneladas de basura retiradas de drenes

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Mexicali.- Refrigeradores, llantas, colchones, plástico, madera, muebles… En los últimos dos años, más de 184 mil toneladas de residuos han sido extraídas de los drenes pluviales de Mexicali, revelando no solo un problema de infraestructura urbana, sino una crisis ambiental que avanza silenciosa por debajo de la ciudad.

Los drenes, originalmente diseñados para conducir agua de lluvia y escurrimientos agrícolas, hoy funcionan como vertederos ilegales a cielo abierto, donde el descuido y la indiferencia ciudadana han convertido cauces naturales en depósitos de desechos contaminantes.

La Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPM) ha identificado 42 kilómetros de drenes como puntos críticos de acumulación, entre ellos el Dren Tula, el Dren México, el Dren Internacional y el antiguo Dren Mexicali. La basura arrastrada por las lluvias termina en el Río Nuevo, lo que agrava la contaminación de un ecosistema ya dañado por años de descargas no reguladas.

El impacto ecológico no es menor: los residuos sólidos afectan la calidad del agua, propician la proliferación de fauna nociva, obstruyen el flujo natural de los cauces y alteran los ciclos hidrológicos locales. Materiales como el poliestireno y el plástico permanecen durante décadas, liberando sustancias tóxicas en su descomposición.

A esto se suma el riesgo sanitario y el potencial de inundaciones en colonias vulnerables como El Vidrio y Agualeguas, donde la acumulación de basura impide el desagüe eficiente durante las lluvias.

Pese a los operativos permanentes de limpieza y monitoreo, la reincidencia es alta. La basura vuelve, cada mes, cada tormenta.

Lo que se desecha irresponsablemente en una banqueta, termina flotando en un dren y, tarde o temprano, regresa como problema colectivo.

El reto es ambiental, pero también cultural. Sin conciencia ciudadana, ningún dren será suficiente.